Fuente: Patagonia desde El Borde
Propuestas públicas en Comodoro y Trelew fueron
las herramientas destinadas a cuestionar “los supuestos beneficios”
Maristella Svampa, es una de las
autoras del libro "15 mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina. Guía
para desmontar el imaginario pro-minero", que se presentó en Comodoro, en
el marco de varias charlas públicas desarrolladas en distintos puntos de la
ciudad. La jornada de difusión cerró el jueves con un debate político junto con
legisladores y concejales acerca de la minería que sintetizan: es una actividad
“devastadora ambiental y socialmente”.
Desde el miércoles la doctora en
Ciencias Sociales de reconocida trayectoria internacional recorrió la ciudad
junto a Enrique Viale, doctor especialista en derecho ambiental y se sumó
también el concejal de Esquel, Osvaldo González Salinas (Fus).
Durante los encuentros repitieron
incansablemente los mitos y realidades de la actividad minera, que son
construidos por las empresas, los funcionarios de los gobiernos y las voces de
los vecinos de todo el país, que reclaman tener voz y voto en una actividad que
puja por instalarse en Chubut. “No
estamos hablando de un bien estratégico como la actividad petrolera necesario para
desarrollar un país sino la simple explotación y contaminación de montañas y
valles para enriquecer las bóvedas de los bancos y gobiernos de los países más
ricos. El oro es un bien suntuoso”, apuntó González.
Ilusiones
Svampa enumeró los mitos, entre ellos,
promesas de empleo y de bienestar social, minimización de impacto ambiental y
desconocimiento de manifestaciones populares, conclusiones de un grupo de
investigadores argentinos que analizaron los discursos de la “megaminería
transnacional”, desarrollada en países latinoamericanos en las últimas décadas.
“Juegan con las expectativas de la gente, al decir que genera empleo, cuando en
realidad es transitorio, y los beneficiados son en general gente que viene de
afuera”, apuntó. La cientista social indicó que la presentación de un marco
regulatorio en Chubut, “nos tiene muy preocupados porque esta provincia ya
discutió sobre minería, en el 2003, en Esquel se hizo un plebiscito y se
sancionó la ley 5001, que fue la primera en todo el país en prohibir este tipo
de minería”.
Provincias pobres
En referencia a otra de las “falsas
ilusiones de la megaminería” agregó Viale, esta asociada a la criminalización
de quienes rechazan la actividad extractiva. “Son catalogados como
fundamentalistas quienes llaman la atención sobre la existencia de estos mitos.
Cuando tenemos ciudades como Catamarca que es la prueba clara de estas
falsedades”, indicó. Al respecto Svampa agregó que se deben analizar otros
casos como el de San Juan y Santa Cruz, que “se muestran como provincias
exitosas por su explotación minera cuando en realidad no son un modelo a
seguir”. Citó además el caso de Catamarca, donde se instaló el primer
emprendimiento minero de estas características, La Alumbrera, “que sigue
siendo la provincia más pobre del noroeste argentino, tiene tasas de
desocupación altísimas, empleo estatal del 25% y el porcentaje más alto de
planes trabajar de la argentina; y sin embargo es la provincia exportadora por
excelencia. Claramente la exportación de materia primera no tiene nada que ver
con el desarrollo de la población”, agregó. Por eso sugirió analizar estos
temas desde una perspectiva “integral”, evaluando la dimensión económica,
ambiental, social, política y cultural.
Devastadores
En este sentido Viale acotó que la “la minería
conlleva conflictos sociales y culturales, donde hay minería hay conflicto
social. Es así en África, Ecuador, Perú. Incluso se contaron 14 muertos
recientemente en el medio de la imposición de estos modelos de
explotación”. En este marco los
especialistas recalcaron que no hay forma de controlar la explotación minería
con el fin de menguar su impacto en las comunidades. “Pascualama indica en su
informe que usará 4 camiones de explosivos por día, usará 500 mil kilos de
explosivos durante todo el proceso, un emprendimiento como La Alumbrera usa todo el
agua que usa la provincia de Catamarca. Son procesos devastadores tanto en lo
ambiental como en lo social, lo que dejan es precariedad”, acotó Viale.
Nota relacionada: “Viaje al mundo feliz de la megaminería”, por Maristella Svampa
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario