Por Darío Aranda *
Se realizó en Loncopué, Neuquén, el primer referéndum de la Argentina, de
cumplimiento obligatorio, por el cual se votó Sí a una norma que prohíbe la
minería a cielo abierto en las 8.000 hectáreas del ejido municipal. Sobre
3.601 empadronados, debía votar el 50% para que el referéndum fuera válido,
pero votó el 72% del padrón y una arrasadora mayoría de 82,08% aprobó la
ordenanza que prohíbe la minería. En votos: 2.125 a 388.
Loncopué, pueblo neuquino de siete mil habitantes, entró en
la historia grande de las luchas socioambientales y también marcó un hito en la
historia democrática del país. Este domingo 3 de junio de 2012 fue el escenario
del primer referéndum de la
Argentina respecto a la aceptación o rechazo de la
megaminería: 8 de cada diez habitantes rechazó la actividad extractiva. El
Movimiento Popular Neuquino, que gobierna la provincia desde hace cincuenta
años, intentó frenar la votación y, durante toda la jornada, puso trabas para
el desarrollo del acto eleccionario. “Ganó el pueblo, que decidió elegir su
futuro. Y ese futuro dice no a la megaminería, dice no a las patotas del
Gobierno, dice sí a la vida”, celebró una emocionada Viviana Vaca, integrante
de la Asamblea
de Vecinos Autoconvocados de Loncopué (AVAL).
Doce mesas para votar en una escuela. Urnas, sobre y sellos.
Presidentes de mesa y fiscales (mayoría de mujeres). Nervios, pero también
alegría, mates y galletitas de mano en mano. A las 8.06 fue el primer voto.
Previsor, el hombre pidió no dar el nombre y explicó por qué: “Soy empleado
municipal, bautizame don Jorge”. Padre de cinco hijos, 56 años, nacido y criado
en Loncopué, definió su sentimiento madrugador: “Me desperté a las 5, con ganas
ya de votar. Esto es hermoso. Por fin se nos consulta sobre el presente y
futuro que queremos en el pueblo. No tenemos que dejar que nos impongan cosas
que arruinan la vida y el ambiente”.
Tres minutos después, votó Oscar Muñoz, 32 años, nacido y
criado en el pueblo. “Esto es algo que hacía falta, algo que es simple: que
decidamos nosotros por nosotros, no que decidan otros. Creo que no digo ninguna
locura ¿no?”, sonrió y, antes de irse, anunció lo que luego sucedería:
“Aquellos son punteros, acá nos conocemos todos, quieren meter miedo, sacar
planes, pero ganará el pueblo”.
A las 11 llegaron las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén y
Alto Valle de Río Negro, Inés de Ragni y Lolín Rigoni.
Asambleas + comunidad indígena
Loncopué está ubicada en el noroeste neuquino, a 300 kilómetros de la
capital provincial. Desde 2008 rechazan la instalación de un proyecto minero
para extraer cobre en manos de una empresa china (Emprendimientos Mineros SA) y
la estatal Cormine (Corporación Minera de Neuquén).
De ese rechazo nacieron la Asamblea de Vecinos (AVAL)
y la Asamblea
de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida (Avacam). Y se organizaron junto a
la comunidad mapuche Mellao Morales (vive hace cien años en la zona de interés
minero) que está directamente afectada por el proyecto.
Lucharon desde la calle (volanteadas, charlas debate, cortes
de ruta informativos) y también presentaron en 2008 un juicio por nulidad de
contrato por no respetar los derechos de los pueblos originarios. En septiembre
de 2009, el máximo tribunal de Neuquén hizo lugar a la medida cautelar de
frenar toda acción hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, la legalidad o
no del contrato. Implicó el freno la actividad minera. El gobierno provincial
apeló con un recurso extraordinario. Y, en marzo de 2011, el Superior Tribunal
volvió a fallar contra el gobierno provincial y remarcó la obligación de
respetar el derecho indígena.
La semana pasada, la Corporación Minera
de Neuquén (Cormine -del Estado provincial-) volvió a acudir al Superior
Tribunal para que suspenda la votación. El viernes a la mañana el máximo
tribunal neuquino rechazó la presentación minera y confirmó que el referéndum
era legítimo y sujeto a derecho. El mismo viernes, Cormine apeló. Y el mismo
día, a la tarde, el máximo tribunal volvió a rechazar la presentación de
Cormine. En un solo día, dos veces el Superior Tribunal le dijo no al gobierno
provincial.
La “democracia” del MPN
A las 8, hora de inicio del referéndum, aún era de noche. El
viento frío golpeaba y, en plena veda, el pueblo amaneció con sus calles alfombradas
con un panfleto: “No te dejes engañar. No vayas a votar”. No llevaba firma,
pero todos apuntaron al partido gobernante, que la última semana había
realizado dos presentaciones judiciales para evitar la votación. Y las dos
veces le contestó el Tribunal Superior de Justicia (máxima instancia
provincial), que rechazó el pedido del Gobierno y dio luz verde al referéndum.
El sábado, un escribano se presentó ante la Junta Comicial
Municipal (Jucom) para exigir padrones y anular la votación. El escribano
afirmó representar al vecino Omar Cea, chapista, y que vive en la casa que
Carlos “Nuno” Sapag (hermano del Gobernador) posee en Loncopué. La Jucom exhibió toda la
documentación en regla, pero sobre todo le explicó que debía seguir el
procedimiento electoral, que estaban vencidos los plazos para presentarse como
parte fiscalizadora.
Desde las 8.15 del domingo, grupos de personas se apostaron
en la esquina de la escuela 168 Manuel Belgrano, pleno centro del pueblo, y
comenzaron a anotar qué vecinos llegaban. También les sacaban fotos. “Están
intimidando. Le meten miedo a los vecinos, pero no van a poder”, explicó
Viviana Vaca.
A las 8.30 llegó el mismo escribano. Exigió padrones e
intento fiscalizar la votación. Código electoral y Constitución Provincial en
mano, el abogado Cristian Hendrickse y toda la Junta Electoral
presente le explicó que no tenía autoridad para eso. La Junta redactó un acta dando
cuenta de la situación. Nota completa
* Desde Loncopué, Neuquén
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