Por Red Nacional de Acción Ecologista de la Argentina
Han pasado tres años y medio desde que denunciáramos
penalmente que hay residuos de plaguicidas en las verduras de consumo humano,
aún cuando SENASA lo advierte desde hace años a las autoridades en cada región
argentina. En Mar del Plata hemos
escuchado muchas promesas.
Se ha declamado hasta el cansancio sobre las “buenas
prácticas agrícolas”. Estamos en época del año de poco uso de plaguicidas,
Y sin embargo….
En BIOS Argentina hemos realizado una nueva ronda de
análisis de vegetales que usted, nosotros, los funcionarios y nuestros hijos
comemos a diario. Y han vuelto a aparecer sustancias que no debiesen estar
allí:
Endosulfán - Cipermetrina - Dimetoato - Metilazinfos - Disulfoton - Deltametrina
El mundo alerta sobre la acumulación de los organoclorados
en nuestros cuerpos. Los países extreman sus medidas de control y promueven la
agroecología. En nuestra región (y podemos imaginar que en el resto también)
seguimos comiendo diariamente residuos de agrotóxicos. ¿Qué tiene que pasar
para que las cosas cambien? El camino es la agroecología. Pero insisten en las
“buenas prácticas”. Y así estamos.
BIOS DEMUESTRA QUE LAS BUENAS PRACTICAS
NO SON LA
SOLUCION.
LA SALUD
ESTÁ EN JUEGO
Síntesis explicativa de lo que hemos constatado en los
vegetales que adquirimos en diversas verdulerías de la ciudad de Mar del Plata,
en período invernal (de bajo uso de agrotóxicos):
ENDOSULFAN: El endosulfán afecta directamente el sistema
nervioso central y también se han reportado de ataques epilépticos recurrentes.
Los síntomas de envenenamiento incluyen hiperactividad,
excitación, disnea (dificultad para respirar), apnea (detención de la
respiración), salivación, pérdida del conocimiento, diarrea, anemia, náusea,
vómito, insomnio, visión borrosa, cianosis (decoloración azulada de la piel,
por la falta de oxígeno), formación de espuma en la boca, temblor, sequedad de
la boca, falta de apetito, irritabilidad, dolor de cabeza, disminución de la
respiración, hematuria, albuminuria, confusión, mareos, falta de equilibrio y
de coordinación. Las personas que sufren afecciones asmáticas o convulsivas,
forman un grupo de alto riesgo. También se encuentran en alto riesgo las
personas que llevan una dieta deficiente en proteínas.
Existe evidencia de efectos adversos del endosulfán en el
sistema reproductivo masculino, retrasando la madurez sexual e interfiriendo
con la síntesis de la hormona sexual.
El endosulfán exhibe propiedades estrogénicas. Compite por
el estradiol para unirse a los receptores de estrógeno, inhibiendo de este modo
la función hormonal.
Causa la proliferación (in vitro) de las células MCF749 de
las mamas humanas, sensibles al estrógeno, incrementando así el riesgo de
cáncer de mamas.
Daña el sistema reproductivo al afectar la calidad del
semen, el conteo de espermatozoides, las células espermatogoniales, la
morfología del espermatozoide y causar otros defectos en las hormonas sexuales
masculinas.
El endosulfán tiene capacidad para alterar el material
genético, especialmente los cromosomas, en los cultivos de tejidos de
mamíferos. Se ha observado que inhibe la biosíntesis andrógena testicular en
experimentos con animales de laboratorio y exhibe un riesgo significativo de
daño renal y testicular.
CIPERMETRINA: La cipermetrina interactúa con los canales de
sodio en las células nerviosas mediante los cuales el sodio entra a la célula
para transmitir una señal nerviosa. Estos canales pueden permanecer abiertos
por segundos a diferencia del período normal de pocas milésimas de segundo,
después de la transmisión de la señal. La cipermetrina también interfiere con
otros receptores en el sistema nervioso. El efecto resultante es una larga
secuencia de impulsos repetitivos en los órganos sensitivos.
Los síntomas del envenenamiento incluyen sensaciones faciales
anormales, mareo, dolor de cabeza, nausea, anorexia y fatiga, vómito y
secreción estomacal incrementada. La cipermetrina es también un irritante para
la piel y los ojos. Por lo regular, los síntomas deberán aparecer después de
algunos días pero los pacientes severamente expuestos pueden sufrir además
estirones musculares y ataques convulsivos.
Se han reportado síntomas crónicos después de estar en
contacto con los piretroides. Los síntomas que se incluyen son trastornos
cerebrales y locomotores, polineuropatía y supresiones inmunológicas, y que
además se asemejan al síndrome de sensibilidad química múltiple.
Las opiniones difieren en cuanto al hecho de si la
cipermetrina es un carcinógeno o no. La cipermetrina está clasificada por la EPA de Estados Unidos como una
débil categoría C oncógeno -un posible carcinógeno humano con evidencia
limitada de carcinogenicidad en los animales pero sin ninguna evidencia en el
caso de los humanos: produjo tumores benignos de pulmón en ratones hembras con
dosis muy altas y tiene carcinogenicidad probable en el hígado de los roedores.
Las pruebas hechas con ratones han sugerido que los piretroides en general
pueden tener un efecto de supresión inmunológica.
Si la cipermetrina se le da a ratas embarazadas y recién
nacidas puede causar un retraso funcional en la maduración del cerebro de los
críos.
DIMETOATO: El Dimetoato es un insecticida organofosforado de
acción indirecta, es decir se convierte en el organismo al metabolismo activo,
Dimetoxòn. Como resultado se desarrollan signos y síntomas de sobreexposición
después de un periodo latente y pueden continuar aumentando una vez eliminada
la exposición. Por una sobre exposición se pueden desarrollar rápidamente
signos y síntomas típicos de intoxicación por órganofosforados.
Se adsorbe muy débilmente a las partículas de suelo, por lo
que su lixiviación hasta aguas subterráneas puede ser considerable. El uso de
organofosforados en los vegetales de mesa implican un riesgo importante para
los consumidores.
METIL AZINFOS: Insecticida fosforado de alta toxicidad.
Posee un tiempo espera de 21 días y un tiempo de reentrada restringida de 14
días para actividades que impliquen la manipulación de las plantas como poda en
verde o raleo. Toxicidad aguda. Altamente peligroso. Altamente tóxico. Acción
tóxica y síntomas: síndrome tóxico por inhibidores de la colinesterasa.
Toxicidad tópica: capacidad irritativa: ocular positiva; Toxicidad crónica y a
largo plazo: neurotoxicidad: nivel (colinérgica) Tóxico en contacto con la
piel. Muy tóxico por inhalación y por ingestión.
DISULFOTON: Efectos nocivos en el sistema nervioso. Los
productos de degradación nocivos del disulfotón inhiben la actividad de la
colinesterasa en el sistema nervioso, lo cual causa efectos neurológicos. Los
efectos neurológicos dependen de la cantidad de disulfotón que entra al cuerpo
y pueden causar inhibición de la actividad de la colinesterasa, contracción de
las pupilas, vómitos, diarreas, salivación, dificultad para respirar,
temblores, convulsiones y hasta la muerte. Estos efectos pueden presentarse si
usted respira el disulfotón en el aire, lo ingiere o entra en contacto con el
mismo a través de la piel. La exposición a cantidades pequeñas de disulfotón
puede, en ocasiones, inhibir la actividad de la colinesterasa sin causar
efectos neurológicos evidentes. Si usted consume disulfotón en el agua o en los
alimentos durante períodos largos de tiempo, es posible que se vuelva miope.
DELTAMETRINA: El envenenamiento por deltametrín puede provocar
fuertes dolores abdominales, convulsiones, vómito y pérdida de conocimiento, La
inhalación por aerosoles provoca vértigo, cefalea y tos. Dado que la
deltametrina es una neurotoxina, ataca el sistema nervioso. No tiene antídotos,
y los tratamientos deben ser sintomáticos.
Los síntomas principales de todas las intoxicaciones con
piretroides afectan al sistema nervioso central y al sistema muscular.
Los síntomas más frecuentes son hiperreactibilidad,
hipersalivación, vómito, diarrea, temblores, ataxia (descoordinación de
movimientos), parestesia (sensación anormal de los sentidos como hormigueo,
adormecimiento, etc.) y agotamiento. También pueden darse pérdida del control
de la micción.
En casos de intoxicación grave puede darse también
hipertermia (fiebre) o hipotermia (lo contrario), disnea (dificultad para
respirar, falta de aire), fuertes temblores, desorientación y espasmos o
calambres.
Los síntomas suelen aparecer pocas horas tras la exposición,
aunque dependen mucho del compuesto, la dosis y la vía de contacto.
Lic. Silvana Buján – BIOS Argentina
Miembros de RENACE, RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA
Coalición Ciudadana Antiincineración
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