jueves, abril 18, 2013

Neuquén: violencia permanente contra el Pueblo Mapuche



Por Darío Aranda

Personas encapuchadas ingresaron por la noche a una comunidad indígena de Neuquén y amenazaron de muerte a las familias. Llevan cuatro meses de hostigamientos por una disputa territorial.

“Diez personas encapuchadas al estilo de la dictadura cívico-militar portando elementos contundentes y armas blancas amenazaron de muerte a hombres, mujeres y niños que se encontraban en la ruka (casa) comunitaria del Lof Felipin”, denunciaron las comunidades Cayupan, Paineo y Felipin, de Neuquén. Fue la última de una serie de amenazas que comenzaron en enero pasado, cuando se inició un conflicto territorial con un empresario.

Las comunidades acusaron al gobernador Jorge Sapag y al Poder Judicial neuquino por “no actuar en concordancia con el ordenamiento jurídico” que protege los derechos indígenas. Pablo Romero, de la comunidad Felipín, afirmó que “la violencia empresaria, política y judicial no hará retroceder a las comunidades mapuches en la defensa del territorio”.

En el departamento de Catán Lil (en el centro-sur de la provincia) se incrementaron los últimos años los conflictos territoriales sobre campos de veranada y caminos de arreo. En diciembre pasado se hizo pública una supuesta compra, por parte del empresario Pedro Alejandro Chaparro, de un lote en el paraje Purrufe Peweñ, a Jubileo Pintos (miembro de la comunidad mapuche Cayupan). El predio es territorio ancestral y de uso actual del Pueblo Mapuche. La parcela de tierra está ubicada en la zona conocida como Cordillera del Chachil, lote 90 y 91.

 En la disposición 68/12, la Subsecretaría de Tierras de Neuquén rechazó la transferencia de tierras entre Jubileo Pintos y Chaparro. A pesar de la negativa de la Subsecretaría, la esposa de Jubileo Pintos (Isabel) y sus hijos fueron desalojados del territorio mapuche, la vivienda fue destruida y los animales arriados fuera del campo.

 A inicios de marzo, personas contratadas por el empresario Chaparro comenzaron a construir sobre las tierras de la familia Pintos, y también en parcelas de la comunidad mapuche vecina (Felipin).

El conflicto se agudizó.

Recuperación

La comunidades Felipin, Cayupan y Paineo se organizaron y, de manera conjunta, frenaron la construcción, obligaron a los empleados de Chaparro a retirarse del lugar e incluso llevarse los materiales y herramientas. Las comunidades recuperaron la parte de la comunidad Felipín y se asentaron en inmediaciones del predio de Pintos.

Hubo denuncias cruzadas durante todo marzo, clima de enfretamiento y la llegada de la policía de la localidad Las Coloradas (con “refuerzos” de Zapala), con la orden de reprimir.

Las comunidades denunciaron que los empleados de Chaparro realizaban disparos intimidatorios. Se encontraron municiones calibre 30 y 22 mango.

La semana pasada tuvieron reunión con el subsecretario de Tierras, Eduardo Ferrareso; el fiscal de Estado, Raul Gaitan, y el ministro de Seguridad, Claudio Gabriel Gastaminza. Desde el Gobierno les confirmaron la nulidad de la venta por tratarse de tierras ficales y Ferrareso le restituyó el campo a la familia Pintos (hecho que aún no se concretó). Nota completa


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