Por MANBLAS
El 21 y 22 de julio de 2012 el Movimiento de Articulación No
colonialista de Bases Latinoamericanas Sociales (MANBLAS) acompañó a las
organizaciones sociales integrantes de la ASAMBLEA PERMANENTE
DEL COMAHUE POR EL AGUA (APCA), que relevaron en la Comunidad Mapuce
Gelay Ko, al oeste de Zapala, en la Patagonia Norte argentina, los trastornos
ambientales generados por la multinacional petrolera estadounidense APACHE.
Tratándose del primer punto de extracción no convencional
(hidro-fractura o fractura hidrolítica) de hidrocarburos en Sudamérica, fueron
verificados en terreno la degradación de los Bienes Comunes de aquel Pueblo
Originario y la acechanza sobre el importante reservorio de agua potable
subterránea existente en el centro geográfico de la Provincia del Neuquén.
El procedimiento de fractura hidrolítica consiste en
inyectar a presión treinta millones de litros de agua dulce en cada perforación
para provocar el estallido subterráneo de la roca, que alberga los fluidos; la
mitad de aquel cuantioso volumen acuoso refluye a la superficie con propiedades
físico-químicas totalmente alteradas. En Gelay Ko el líquido de reflujo se
retira en camiones cisterna, que lo esparcen sobre el árido monte nativo,
evidentemente degradándolo. Cuando el reflujo contaminante se derrama
accidentalmente desde un pozo al entorno circundante, la “remediación”
expeditiva es la cobertura superficial con un manto de piedra caliza
(calcárea), quedando por debajo el suelo empetrolado.
La destrucción de la roca natural y la inyección de gran
cantidad de líquido disturban las napas subterráneas adyacentes: en el caso del
acuífero zapalino el riesgo de su alteración es inminente.
El apoyo de la fracción política gobernante en la Provincia a la
degradación ambiental es completo: 1) su Dirección de Medio Ambiente consiente
las prácticas aberrantes ; 2) el aparato judicial, de larga dependencia del
poder, conoce y calla; 3) sus Diputados (tres) y Senadores (dos) en el Congreso
de la Nación
bregan institucionalmente por ampliar la explotación hidrocarburífera de las
empresas que en su propio país tienen interdicto hacerlo, habiendo impulsado
proyectos por ambas Cámaras de apertura de ciento veinte pozos de
hidro-fractura. La sentencia de las Asambleas Ciudadanas de Argentina es
irrevocable: O SE MUERE EL Capitalismo O SE MUERE LA Madre Tierra.
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