Por Pablo Quintana *
“Desde
hace dos años venimos trabajando”. Así lo admitió, no hace mucho, el gerente de
relaciones de la empresa extranjera Yamana Gold Inc., Ricardo Bustos en una
entrevista en Canal 4. El mismo que desde el 2004 viene desarrollando tareas
como periodista en una radio local y que en los comienzos de la década de los
’90 se lo podía ver de traje y corbata, entregando tarjetas personales en las
que se presentaba como Obispo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días.
Bustos
huyó de Esquel y de la Argentina cuando el país ardía y parecía expirar la
República. Su destino fue Estados Unidos al igual que años atrás, aunque en
aquella oportunidad llevado por
intereses familiares.
Después,
cuando la sociedad, los trabajadores, las comunidades, los vecinos arraigados a
la tierra apuntalaron al Estado que se caía a pedazos, regresaron muchos. Entre
ellos el ex pastor de iglesia, convertido en ‘yuppie’ y dispuesto a dar batalla por los coletazos que
aún dispensa el neoliberalismo.
Bustos,
que alguna vez fue Mattos, ocultó sus funciones como quien está infiltrado en
líneas enemigas hasta que empezó a quedar en evidencia. Sus paseos llevando
bondades y promesas en Paso del Sapo dejaron al descubierto su postura. Negó
estar involucrado en la organización de las frustradas Jornadas de Reflexión
Productiva que en abril del año pasado se intentó realizar en Esquel y que
ocultaban su denodado esfuerzo por introducir la actividad minera como una
producción más junto al turismo y el agro. En ese evento el ex reverendo, iba a
actuar como mediador, sin presentarse aún como funcionario de la multinacional
minera, que de acuerdo a sus propias palabras ya ejercía.
Por
entonces, quien alguna vez estuviera
detrás de un mostrador en el Banco Nación, seguía negando su vínculo con la
empresa minera. El admirador de Bernardo Neustadt, desde entonces sostiene que
agita “las dos campanas” en una clara afrenta a la ética periodística. Un
ejecutivo de una empresa instalada en el corazón del conflicto de una
comunidad, conduciendo un programa a la que alega objetividad. Sin deontología
alguna, Bustos conspira contra la comunidad.
¿EQUIPO TITULAR?
Ahora,
en su intento por lograr otra avanzada recibió respaldo. Desde San Juan la
multinacional comenzó a proporcionarle asistentes que puedan elaborar
estrategias frente a la resistencia de la comunidad. La abogada de Yamana Gold Inc., Fernanda Secco fue una de las que habría pisado suelo esquelense.
La abogada sabe cómo
defender los intereses de la corporación minera. Es una de las que subraya que
no hay una ley que obligue a las empresas extractivas a realizar procedimiento
que garantice el mejor proveedor.
Otro de los que conformarían
el equipo es el Administrador de Sistemas y Superintendente en Servicios
Generales en Yamana Gold; Amilcar Maudet. El hombre estuvo involucrado con el Hotel Veladero, en
cercanías donde la Barrick Gold proyecta el yacimiento binacional. En Esquel,
se presentaría como integrante de Minas Argentinas S.A.
Pero
los refuerzos más significativos serían: Jimena Psathakis y el mediador Francisco
Diez. Ella es coordinadora del
Programa de Industrias Extractivas de la Fundación
Cambio Democrático (FCD). Dice una cercana fuente minera, que
ruega anonimato por temor a represalias, que la mujer se muestra decidida, fría
y sin demasiadas vueltas. “Traéme la harina que yo te hago la masa”, cuenta que
dice la joven cuando hace referencia al conflicto de esta ciudad y la oposición
de la comunidad.
La mujer es todo terreno. El
año pasado dictó un Taller para periodistas sobre conflictividad minera. Pero
también estuvo en el “Fortalecimiento de los Actores de la Sociedad Civil para
el Ejercicio del Derecho al Agua y el control social de la actividad minera en
Cuyo y NOA” y en el de “Sustentabilidad Ecológica y Social: La Transformación
de los Conflictos Mineros y la Construcción Mediática de una Nueva Agenda de
Diálogo”.
También le hace a los
textos, o al menos estampó su firma en la publicación “Ciudadanía ambiental y
minería. Herramientas para la transformación democrática de conflictos socioambientales”.
El caso de Diez es más
superlativo. Consultor full time de la ONU y coordinador de la Red de Apoyo del
Proyecto Regional de Diálogo Democrático del Programa Nacional de las Naciones
Unidas (PNUD). Es catalogado como un “brillante mediador”. Recientemente estuvo
en La Paz, Bolivia y suele ser presentado como “Profesional del Diálogo”.
Entre el 2002-2004, años en
el que la comunidad de Esquel se expresó en forma popular y democrática en el
plebiscito imponiendo su rechazo a la minería con un 81% de los votos, se
desempeñaba como representante del Centro Carter en Caracas, Venezuela. El ex
funcionario del gobierno de Raúl Alfonsín, tiene un largo y frondoso
curriculum.
Dicen que ahora los
objetivos de la minera serían las escuelas de Esquel. Allí es donde el cenáculo
apunta sus cañones. Bustos desde su programa radial calificó como “adoctrinamiento”
la conmemoración del Día de la Dignidad del Pueblo de Esquel en referencia al
23 de marzo del 2003, la misma que está avalada por ordenanza municipal.
Bustos, que en su rol como directivo de la empresa minera, debió dar
explicaciones sobre el por qué había decidido cambiarle el nombre de Esquel por
el de Suyai. Quien alguna vez fuera Mattos y predicador, se conmueve por la
manifestación pacífica que los vecinos protagonizaron días atrás en rechazo a
una actividad que esta sociedad rechazó en forma democrática y ahora ve como el
poder político y económico intenta vilipendiar esa decisión popular.
Es la misma actividad
extractiva que ahora presentarían con modalidad subterránea, similar
metodología con la que pretenden instalarse en el corazón de la ciudad.
* Periodista-Esquel
Nota relacionada: Esquel: vecinos se manifestaron para repudiar la presencia de representantes mineros en la ciudad
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